Se consolida el eje Mallorca y Antigua para las empresas del sector náutico

10 DIC 2008

La Cámara de Comercio organiza una misión comercial a esta isla caribeña en el marco de la regata SuperYacht Cup

La Cámara de Comercio de Mallorca ha viajado hasta la isla Antigua (en el Caribe) con un grupo de empresas del sector náutico para promocionar Mallorca como destino náutico en su versión turística y deportiva, pero también las empresas mallorquinas y la isla en su versión industrial. Este viaje se ha desarrollado en el marco de la edición caribeña de la regata SuperYacht Cup (SYC), que ha tenido lugar en aguas de Antigua del 4 al 9 de diciembre coincidiendo con la Charter Week y que ha reunido a más de 70 de los veleros más espectaculares del mundo. La filosofía de esta regata consiste en que embarcaciones no profesionales compitan por unos días y aprovechen para reunirse en distintas partes del mundo. Esta regata se celebra dos veces al año, en primavera en Mallorca y en otoño en Antigua.

 

Al viaje han asistido el presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, Joan Gual de Torrella, el presidente de la Comisión de Transportes de la Cámara, Bartolomé Bestard, y el director general de Promoción Turística de la Conselleria de Turismo, Joan Sastre, acompañando a una decena de empresas interesadas en abrir mercado en el Caribe. La Cámara llevaba meses preparando esta acción, ya que sabía del interés de los empresarios mallorquines del sector náutico por introducirse en el Caribe. El presidente de la Cámara se había reunido en diversas ocasiones con el ministro de Turismo de Antigua, Harold Lowell, para establecer un eje de colaboración Mallorca-Antigua, conseguir buscar sinergias entre ambos destinos y dinamizar el sector.

 

La idea es fidelizar a los grandes yates que pasan la temporada de invierno en el Caribe y la temporada de verano en Europa, para que elijan Antigua y Mallorca respectivamente, y mantengan a las empresas que les hacen los servicios de reparaciones en una y otra ubicación. Ambos destinos son complementarios, no son competencia puesto que son atractivos durante épocas distintas del año, así que pretenden unirse para promocionarse juntos en el marco de eventos náuticos, y que las empresas puedan aprovechar este eje de colaboración para fidelizar a sus clientes. De hecho, varios de los empresarios que participaron en la misión coincidieron con clientes durante la regata en Antigua.

 

Y es que, tanto Mallorca como Antigua se han convertido en dos sitios especialmente atractivos para la celebración de eventos náuticos como la Superyacht Cup, por su situación, servicios, capacidad industrial para las embarcaciones y oferta complementaria para todos los participantes, invitados y miembros de la organización. Ambas islas reúnen las infraestructuras necesarias para erigirse en referentes a nivel mundial de la náutica en su versión turística y deportiva, y de la fabricación y mantenimiento de embarcaciones. Dos islas separadas en la distancia, pero no en sus objetivos por promover estos acontecimientos que arrastran innumerables beneficios, tanto en lo económico como en lo turístico.

 

Los datos evidencian el impacto internacional de un acontecimiento de estas características en un sector como el de la náutica. En la pasada edición de la SYC en Mallorca, que tuvo lugar del 11 al 14 de junio, participaron un total de 15 yates, pero en la de 2007, sumaron 52, lo que se traduce en más de 1.600 personas, entre dueños, tripulaciones e invitados, incluidos cerca de 100 periodistas acreditados de todos los países dejó unos ingresos económicos de más de 31 millones de euros. Según este estudio, la estancia media de todos los participantes se estima en un mes -aunque la regata en sí dura 4 días-, teniendo en cuenta que las tripulaciones permanecen un par de meses en la isla.

 

La idea de establecer un eje de colaboración entre ambas islas que pasa por invitar a las grandes embarcaciones, no sólo a las que participan en la SuperYacth Cup sino a todas, a que piensen en Mallorca y Antigua como puerto base para sus reparaciones y mantenimientos, lo que redundará en beneficio de las empresas de las islas, pero también de la economía local.

 

Durante su viaje, la delegación tuvo la oportunidad de visitar la recién estrenada sede en Antigua de la empresa e3, que ya se ha decidido a dar el salto. Aquellas empresas que no se animaran a instalarse en el Caribe en solitario, podrían integrarse en un consorcio de empresas náuticas que desarrollara proyectos de inversión en Antigua, aprovechando los contactos y el know how que han adquirido en Mallorca.