Camerfirma, la Autoridad de Certificación de las Cámaras de Comercio, se adjudica el contrato de prestación de servicios de firma digital del Govern

11 MAR 2010AC Camerfirma S.A., la Autoridad de Certificación de las Cámaras de Comercio, se ha adjudicado el concurso de prestación de servicios de certificación digital que convocó el Govern a finales de 2009. Camerfirma -una de las 20 entidades certificadoras reconocidas a nivel nacional- ha sido valorada como la mejor opción por parte del Govern para implantar la firma electrónica en el ámbito de la Ley 11/2007, de 22 de junio, de Acceso Electrónico a los Ciudadanos. Dicha ley obliga a la Administración a ofrecer un acceso al Ciudadano a sus servicios de manera telemática a partir del 31 de diciembre de 2009.

El objetivo de Camerfirma es agilizar los trámites administrativos ya que el certificado digital de atributos permitirá que cualquier funcionario y/o director del Govern, firme electrónicamente documentos que formen parte de procedimientos dentro de su ámbito de competencia con las mismas garantías que si lo estuviera firmando de manera presencial.

Camerfirma, como empresa Prestadora de Servicios de Certificación digital, ofrecerá la emisión, validación, el soporte técnico y operativo y la formación pertinente para poder ofrecer la correcta emisión de los certificados electrónicos, así como la gestión del ciclo de vida de los mismos.

En una primera fase del Proyecto el Govern se constituirá en una Autoridad de Registro Empresarial de Camerfirma para la exclusiva emisión de los certificados de empleado público. Así, la Cámara local -en este caso, la Cámara de Comercio de Mallorca- ha previamente consentido en delegar sus funciones de Autoridad de Registro en la Autoridad de Registro Empresarial del Govern, únicamente en el ámbito de los certificados de atributos a sus empleados públicos.



Certificado digital

Se trata de un identificador único que permite a su poseedor ser identificado como tal dentro de la Red con el fin de realizar un conjunto de acciones determinadas (firmar un documento, entrar en lugares restringidos, identificarse ante una administración, etc.).



Los certificados digitales Camerfirma, por tanto, son una herramienta imprescindible para garantizar tanto la autenticidad del emisor, como la integridad de la información transmitida y el no repudio del documento firmado, sea este un contrato, una factura o una propuesta comercial. Además, y como característica fundamental de los certificados Camerfirma, encontramos los atributos empresariales, es decir, poder identificar a una persona con la información relativa a su empresa y la posición que ocupa en la misma, de manera que se pueden asumir funciones como la representación o firma de documentación con plenas garantías por parte del receptor de los documentos electrónicamente firmados.



Camerfirma, Autoridad de Certificacion de las Cámaras de Comercio

Camerfirma es la empresa (PSC) Prestadora de Servicios de Certificación digital de las Cámaras de Comercio españolas, que además, permite actuar bajo el paraguas que supone Chambersign, ampliando así su ámbito de validez a un nivel internacional.

Dentro de los distintos perfiles de certificados que emite Camerfirma podemos encontrar desde el más básico, Persona Física de Pertenencia a Empresa, pasando por el de Representante o el de Persona Jurídica. Cabe mencionar también el certificado exclusivo de Facturación Electrónica, que incorpora un nivel extra de seguridad ya que únicamente permite la firma de facturas, pudiendo delegar los responsables de la empresa el certificado en sus trabajadores sin ninguna preocupación, dado que éstos no podrán realizar ningún trámite distinto de la firma de facturas.

Además, Camerfirma ofrece un servicio de Digitalización Certificada de documentos a raíz de la orden EHA/962/2007 de Facturación Telemática y Conservación de Documentos Tributarios con certificado electrónico y scanner homologado por la AEAT para todo tipo de documentos, en un principio enfocado a los tributarios.

De este modo, las facturas de años anteriores almacenadas debido a las exigencias legales por largos periodos de tiempo, que actualmente suponen un problema de espacio para las administraciones, así como la dificultad para buscar expedientes concretos, pasarán a la historia.